La cápsula endoscópica es un dispositivo de reducidas dimensiones que se ingiere al igual que cualquier otra pastilla. Gracias a la microcámara que posee en su interior nos permite obtener imágenes del tubo digestivo durante su recorrido a través de este.

Este método, además de indoloro, es fundamental para el estudio de las patologías del intestino delgado, segmento digestivo en el que aún existen dificultades de diagnóstico con las técnicas actuales, incluida la enteroscopia. Una vez finalizada la exploración la cápsula es desechada por el intestino de manera natural.

La cámara contenida en la cápsula toma las fotografías y las transmite al sistema de recogida de datos que lleva el paciente en un cinturón. Después la información recogida es procesada por un ordenador, y finalmente estudiada por nuestro equipo médico, el cual realizará un informe tras varias horas de análisis del video obtenido.