TODAS LAS PRUEBAS SE REALIZAN CON SEDACIÓN PROFUNDA, EVITANDO MOLESTIAS PARA EL PACIENTE Y SIN DOLOR ALGUNO

[accordion_section title=»ENDOSCOPIA DIGESTIVA»]La endoscopia digestiva es una técnica diagnóstica y terapéutica, que consiste en la introducción de una cámara a través del tubo digestivo. Cuando se estudia el intestino grueso, se llama colonoscopia. Cuando se estudia el tracto digestivo superior (esófago, estomago y duodeno) se llama endoscopia oral. La endoscopia está indicada como prueba complementaria en el proceso diagnóstico de problemas del tubo digestivo: tumores, malformaciones, pólipos, hemorragias, reflujo esofágico, sospecha de úlcera gástrica o duodenal, problemas de malabsorción o mala digestión de los alimentos, enfermedad celiaca, etc. Esta técnica también se usa en el tratamiento de patologías biliopancreáticas mediante CPRE (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica).[/accordion_section][accordion_section title=»ECOGRAFÍA DIGESTIVA»]Es una técnica indolora, sin efecto secundario alguno y puede ser realizada en la misma consulta del especialista. En esta técnica se utilizan los ultrasonidos para estudiar los órganos internos abdominales. Mediante un transductor aplicado sobre la superficie abdominal, se emiten los ultrasonidos que al llegar a los órganos abdominales rebotan con una intensidad que depende de las características de los mismos. Estas ondas rebotadas, son recibidas en el transductor y son transformadas en imágenes.La principal limitación para la obtencion de imágenes es la presencia de aire, por lo que el estudio de los órganos huecos abdominales (estómago, intestino delgado y colon) es deficiente y deben ser estuadiados mediante endoscopia.Para el resto de órganos abdominales es una técnica muy eficiente pudiendo diagnosticar muchas patologías sólo con esta técnica.[/accordion_section][accordion_section title=»TEST DE HIDRÓGENO ESPIRADO»]Esta técnica se utiliza para el diagnóstico de la intolerancia a la lactosa. Se le administra al paciente entre 25 y 50 gramos de lactosa por vía oral y, posteriormente, se mide el hidrógeno espirado en el aliento a lo largo de varias horas. Si existe este problema la lactosa no se absorbe y es fermentada por las bacterias colónicas, produciendo Hidrógeno. Como principales ventajas de esta técnica está la posibilidad de realizarla en pacientes diabéticos, en niños y adultos y no es preciso realizar extracciones de sangre.[/accordion_section][accordion_section title=»MANOMETRÍA ESOFÁGICA»]Se utiliza para comprobar si el esófago se está contrayendo y relajando apropiadamente y con ello diagnosticar cualquier tipo de problemas en la deglución. Se realiza pasando una sonda nasogastrica muy fina que tiene unos sensores que registran la actividad motora del cuerpo esofágico y las válvulas fisiológicas de éste, mientras se realiza la deglución.[/accordion_section][accordion_section title=»MANOMETRÍA ANORECTAL»]Se utiliza para medir el funcionamiento de la parte final del intestino (recto y ano). Se introduce una sonda fina por el ano, similar a la de la manometría esofágica, y se registra la actividad motora durante distintas maniobras fisiológicas. Sirve para el estudio de algunas causas de dolor anal, incontinencia y estreñimiento.[/accordion_section][accordion_section title=»PH-METRÍA ESOFÁGICA»]Consiste en el registro de los niveles de acidez del esófago mediante el empleo de una sonda con receptores sensibles al ácido y un ordenador en el que se registran los resultados obtenidos. El procedimiento se realiza de manera ambulatoria, portando el paciente la sonda durante 24 horas y un receptor en el cinturón, de manera que se registra la acidez del esófago en distintos momentos de la actividad diaria normal.[/accordion_section][accordion_section title=»PH-METRÍA BRAVO (sin cables)»] La colocación de una sonda de pHmetría esofágica durante 24 horas era la manera habitual de diagnóstico de la enfermedad por reflujo gastroesofágico hasta el momento. Actualmente contamos con un nuevo dispositivo, una cápsula de pequeño tamaño que se coloca adherida a la mucosa esofágica, sin necesidad de sonda nasoesofágica, y que nos permite registrar datos de pH durante 48 horas. El sistema Bravo es una nueva forma de medir el pH gastroesofágico y de monitorización del reflujo gastroesofágico sin cables.[/accordion_section]